Cuando un paciente nos plantea la posibilidad de iniciar un tratamiento de ortodoncia llevamos a cabo un análisis exhaustivo para estudiar su problemática.
Con frecuencia nos encontramos con pacientes donde el apiñamiento por la falta de espacio son el principal problema, mientras que otros presentan lo que denominamos Clase II, dientes del maxilar superior muy adelantados respecto a los dientes de la mandíbula, o Clase III, que es lo inverso, es decir, dientes inferiores adelantados respecto a los superiores.
En función de la problemática encontrada optaremos por una u otra técnica de ortodoncia. Si por ejemplo hay un gran apiñamiento, es bastante probable que optemos por recomendar un bracket autoligable.
Sin embargo, cuando lo que se necesita es producir un mayor movimiento para mover los dientes de los dos maxilares, podemos decantarnos por los brackets Tip-Edge Plus, que como característica especial tienen la capacidad de mover con mayor facilidad que otros sistemas la problemática de Clase II y III dentaria.
Por tanto, para casos bien complejos donde sería incluso necesaria una cirugía ortognática o que presenta una Clase II o III grave con posible necesidad de extracciones, este sistema de ortodoncia se presenta como la mejor opción para conseguir una buena oclusión.
En cualquiera de los casos, corresponde al ortodoncista optar por una u otra técnica en función de la problemática que observe en el paciente tras un análisis exhaustivo, para así ofrecerle los mejores resultados que pueda conseguir.